Cómo la preeclampsia acelera el envejecimiento en las mujeres
La preeclampsia (que es un aumento repentino potencialmente mortal de la presión arterial, el cual se presenta en 1 de cada 25 embarazos) es una afección enigmática. Cada año, causa la muerte de más de 70 000 mujeres en todo el mundo. Debido a que los científicos desconocen la causa, no disponen de estrategias específicas para tratarla.

El parto, el único tratamiento disponible, no es la “cura” que a menudo se espera, según la Dra. Vesna D. Garovic, que es nefróloga en Mayo Clinic y ha dedicado su carrera profesional a investigar esta complicación frecuente del embarazo. “Incluso después del parto, las mujeres pueden presentar presión arterial peligrosamente alta por varios días o semanas”, indica. “Asimismo, continúan presentando un riesgo elevado de tener enfermedades cardiovasculares y renales durante décadas subsiguientes”.
Mediante una combinación de experimentos de laboratorio y estudios epidemiológicos, la Dra. Garovic demostró que las mujeres con preeclampsia pasan por un estado de envejecimiento acelerado que hace que desarrollen afecciones propias de la edad, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o insuficiencia renal.
Su trabajo de investigación revela un posible mecanismo patogénico de la preeclampsia que podría llevar al primer tratamiento específico para una de las causas subyacentes de la afección. También destaca la importancia del aumento de los exámenes de detección y del tratamiento para mujeres con antecedentes de preeclampsia.
El tiempo corre
La mayoría de las investigaciones sobre la preeclampsia se llevan a cabo a partir de la premisa de que la enfermedad aparece en la placenta, que es el órgano que se forma en cada embarazo para proteger y nutrir al bebé en desarrollo. Los investigadores creen que, en la preeclampsia, la placenta afectada por la enfermedad secreta moléculas en el aparato circulatorio de la madre, las cuales causan inflamación e interfieren con la formación de nuevos vasos sanguíneos, un proceso que se conoce como angiogénesis. Creen que estas moléculas nocivas causan enfermedad generalizada en la persona embarazada.
“El santo grial de la investigación sobre la preeclampsia”, menciona la Dra. Garovic, “fue identificar la molécula o las moléculas que se originan en la placenta y que son las responsables”.
Durante décadas, los investigadores notaron que las placentas procedentes de embarazos preeclámpticos a menudo presentaban signos de que envejecían más rápido que las placentas procedentes de embarazos normales. “Sin embargo, era contraintuitivo decir que la preeclampsia era una enfermedad propia del envejecimiento si se trata de una persona de 25 años”, indica la Dra. Garovic.
De hecho, muchas de las moléculas que se elevaron en los embarazos preeclámpticos eran marcadores conocidos de senescencia, el cual es un estado celular que literalmente significa “el proceso de envejecer”. La Dra. Garovic planteó que la senescencia podría ser el motivo por el cual algunas personas presentaban preeclampsia. En la senescencia, las células se dejan de dividir, pero no mueren ni tampoco se eliminan siempre del cuerpo. Por el contrario, a veces se acumulan en los tejidos y secretan moléculas perjudiciales.
Mediante muestras y datos del Rochester Epidemiology Project (Proyecto epidemiológico de Rochester), la Dra. Garovic hizo un seguimiento de varios signos del envejecimiento y de la senescencia en mujeres con embarazos preeclámpticos y sin estos. Junto con las ginecólogas obstetras de Mayo Clinic, la Dra. Wendy White y la Dra. Yvonne Butler Tobah, descubrió que las mujeres que presentan preeclampsia tienen un mayor número de afecciones crónicas más adelante en la vida (y que presentan dichas afecciones a una edad mucho más temprana) que aquellas mujeres que no tienen antecedentes de preeclampsia.
La Dra. Garovic también se asoció con los doctores de Mayo Clinic expertos en senescencia, el Dr. James Kirkland y la Dra. Tamara Tchkonia, para demostrar que las mujeres con preeclampsia padecen envejecimiento acelerado durante el embarazo, según lo demuestra el reloj epigenético. Estos relojes epigenéticos permiten a los investigadores calcular el envejecimiento biológico de la sangre y de otros tejidos mediante la medición de la acumulación de marcadores de metilo (que cambian con el tiempo en cualquier organismo) en cientos de puntos del genoma.
Los investigadores descubrieron que, durante el embarazo y al momento del parto, las mujeres con preeclampsia envejecieron un promedio de 2,4 años más rápido que las mujeres sin dicha complicación del embarazo.
El equipo tomó un subgrupo de células llamadas células madre mesenquimales (células que se encuentran en la médula ósea que ayudan a formar y reparar el tejido esquelético como cartílagos, huesos y grasa) del tejido adiposo obtenido durante las cesáreas en mujeres con embarazos preeclámpticos y las cultivaron en una placa. Descubrieron que esas células preeclámpticas, que envejecían prematuramente, no formaban las estructuras fusiformes y tubulares que dan lugar a los vasos sanguíneos necesarios para tener un embarazo saludable.
Dicha alteración de la angiogénesis puede dar lugar a complicaciones de por vida tanto para la madre como para el bebé. Curiosamente, los investigadores demostraron que podían corregir este defecto al tratar las células con senolíticos, que son un grupo de fármacos que eliminan de manera selectiva las células senescentes.
“Desafortunadamente, el uso de senolíticos está contraindicado durante el embarazo debido a que el proceso de senescencia es fundamental para el desarrollo del embrión”, indica la Dra. Garovic. “Pero el tratamiento con senolíticos se puede considerar en mujeres que no están embarazadas y que tienen antecedentes de preeclampsia, a fin de intentar revertir su reloj biológico y posiblemente reducir el riesgo de tener complicaciones en embarazos futuros o a una edad más avanzada”.
La Dra. Garovic tiene la esperanza de que, quizás algún día, los nuevos medicamentos que se desarrollan en el campo de la senescencia sean seguros para su uso durante el embarazo, lo que brindaría más opciones a las mujeres en riesgo. “Todo el campo está creciendo exponencialmente”, afirma.
Mitigar las consecuencias
Incluso si en la actualidad no hay tratamientos específicos para las células senescentes en mujeres con antecedentes de preeclampsia, la Dra. Garovic cree que la investigación de las relaciones entre esta complicación del embarazo y la aparición de problemas de salud en el futuro tendrá un impacto considerable.
Sus investigaciones y otras ya dan lugar a nuevas pautas para exámenes de detección y tratamiento de mujeres en riesgo, cuyo objetivo principal es mejorar los resultados y salvar vidas. Por ejemplo, la Dra. Garovic formó parte de un grupo de trabajo de la Asociación Americana del Corazón en el que se examinó la hipertensión durante el embarazo y redactó la declaración científica de la asociación, en la cual se instó a que se haga más para proteger a las mujeres de complicaciones por embarazos hipertensivos y posibles consecuencias después del embarazo.
“Las mujeres que tuvieron preeclampsia necesitan un seguimiento de la presión arterial, el colesterol y la función renal. Debemos llevar un registro de su índice de masa corporal (IMC) y de su peso, así como intentar gestionar modificaciones en su estilo de vida y su salud a largo plazo”.
DRA. VESNA D. GAROVIC
“En primer lugar, tan solo cambiar nuestro enfoque para tratar mujeres con este tipo de embarazos de alto riesgo podría marcar la diferencia”, afirma. “Las mujeres que tuvieron preeclampsia necesitan un seguimiento de la presión arterial, el colesterol y la función renal. Debemos llevar un registro de su índice de masa corporal (IMC) y de su peso, así como intentar gestionar modificaciones en su estilo de vida y su salud a largo plazo”.
Por el momento, la Dra. Garovic continúa con el seguimiento de los resultados en mujeres inscritas en el Proyecto epidemiológico de Rochester, vigilando de cerca la relación entre la preeclampsia y la hipertensión, la cardiopatía coronaria, la insuficiencia cardíaca congestiva, los accidentes cerebrovasculares y el deterioro cognitivo. También acaba de iniciar una investigación sobre un modelo preclínico de preeclampsia, el cual le permitirá establecer vínculos entre la enfermedad, el envejecimiento acelerado y las respuestas cardiovasculares adversas de manera más rápida de lo que podría al observar sujetos humanos en un ensayo clínico.
“Las consecuencias de la preeclampsia son increíbles en cuanto a que no solo afectan a las mujeres, sino también a su familia, tanto a la cercana como a la ampliada”, indica la Dra. Dr. Garovic. “Es realmente una enfermedad que afecta de manera significativa a la sociedad. Si pudiera cambiar la percepción de la enfermedad, y quizás incluso descubrir cómo tratarla, sería muy gratificante”.
— Dra. Marla Broadfoot
Related Posts

Para los estudiantes universitarios, el programa "fellowship" de investigación para estudiante universitario de verano (SURF) de Mayo puede ser el primer paso hacia una carrera en investigación biomédica.

Una estudiante universitaria navajo inscrita en un programa de capacitación de investigación universitaria de Mayo quiere ayudar a las mujeres y los niños de su comunidad a llevar una vida más sana.

Los científicos vinculan los macrófagos, o los primeros agentes de respuesta del sistema inmunitario, que se han convertido en las llamadas "células zombis" en el crecimiento de tumores pulmonares en etapa temprana.