El tratamiento con linfocitos T-CAR devuelve la esperanza a un paciente con leucemia

Jon Stahlecker con su esposa, Carolyn, en un festival de globos en Wausau, Wisconsin, en julio de 2023

Jon Stahlecker había agotado todas las opciones de tratamiento y perdido la esperanza de sobrevivir a la leucemia linfocítica crónica antes de que Mayo Clinic le ofreciera un tratamiento con linfocitos T con receptor quimérico para el antígeno (tratamiento con linfocitos T-CAR) en un ensayo clínico.

Jon Stahlecker con su nieta, Emma.

"Pusimos todos nuestros asuntos en orden. Intentaba ver a tantas personas y parientes como podía", dice Stahlecker. "Habíamos comprado un terreno para construir una casa, pero lo dejamos en espera. Cuando uno piensa que quizás solo le quedan un par de años de vida, es muy difícil hacer planes para el futuro".

En otoño de 2019, el nativo de Wausau, Wisconsin, se inscribió en el ensayo, ya que reconoció que el tratamiento con linfocitos T-CAR era su última opción. En una prueba inicial de la médula ósea realizada antes de su infusión se mostró que el 80 por ciento de sus células eran cancerosas. Sesenta días después, en la biopsia de médula ósea no se encontraron rastros de cáncer. Hace tres años y medio que está libre de cáncer.

Los resultados de Stahlecker forman parte de un estudio de tratamiento con linfocitos T-CAR registrado en la revista The Lancet. En la investigación se descubrió que el 18 por ciento de los participantes con leucemia linfocítica crónica recidivante que ya no respondían a tratamientos estándar, como la quimioterapia o los medicamentos inhibidores de la tirosina cinasa de Bruton, presentaron una remisión completa después de una única infusión de tratamiento con linfocitos T-CAR estándar.

Dr. Saad Kenderian

"En general, los hallazgos son alentadores. En pacientes con leucemia linfocítica crónica que logran remisiones profundas y completas, hasta ahora no hemos observado recaídas, ni siquiera años después", afirma el Dr. Saad Kenderian, investigador principal y hematólogo de Mayo Clinic.

La leucemia linfocítica crónica es un cáncer común en el que la médula ósea produce demasiados glóbulos blancos. En la etapa avanzada de la enfermedad, las opciones de tratamiento son limitadas y muchos pacientes obtienen resultados desfavorables.

El tratamiento con linfocitos T-CAR es una inmunoterapia regenerativa cuyo objetivo es aprovechar el poder de los linfocitos T modificados genéticamente para destruir el cáncer. El tratamiento con linfocitos T-CAR está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para algunos linfomas y leucemias de linfocitos B y el mieloma múltiple, pero no para la leucemia linfocítica crónica.

La investigación

En este ensayo multicéntrico patrocinado por la industria se inscribieron 117 pacientes con leucemia linfocítica crónica y linfoma linfocítico pequeño. Un tercio de los pacientes del ensayo no respondió en absoluto. Seis fallecieron mientras esperaban la infusión y otros 43 fallecieron después de recibir el tratamiento con linfocitos T-CAR para la leucemia linfocítica crónica.

"Esto nos demuestra que hay posibilidades de mejora", afirma el Dr. Kenderian. "Esperamos que, mediante la investigación, más pacientes logren recuperarse y aumentemos la tasa de remisión a largo plazo, logremos que el tratamiento sea más seguro y ampliemos su aplicación a otros tipos de cáncer".

Stahlecker se considera afortunado.

"Antes del tratamiento con linfocitos T-CAR, sabíamos que todos los tratamientos eran temporales y solo esperábamos que me mantuvieran en remisión el tiempo suficiente hasta que hubiera algo nuevo disponible. Teníamos la sensación de estar postergando el problema", dice Stahlecker. "La enfermedad siempre volvía y con más fuerza que antes".

No fue un proceso fácil para Stahlecker, quien enfermó de gravedad con fiebres muy altas durante las tres primeras semanas tras someterse al tratamiento con linfocitos T-CAR estándar.

"Mi cuerpo estaba librando una guerra contra las células cancerosas en mi interior; por eso, tenía esperanzas de que el tratamiento funcionara. Sin embargo, me preguntaba hasta qué punto empeoraría y cuánto tiempo podría resistir mi cuerpo las fiebres y los escalofríos", afirma Stahlecker.

Jon Stahlecker con sus nietos (de izquierda a derecha) Isabella, Madelyn, Grant y Emma.

Durante ese tiempo, Stahlecker perdió bastante peso por el estrés y por no comer, pero luego la fiebre bajó y empezó a sentirse mejor.

"El cambio en cómo me sentía fue asombroso, y tres días después de dejar el hospital y volver a casa, pude palear nieve y empezar a volver a mi vida normal. Nunca tuve efectos secundarios y me siento fantástico", afirma.

El Dr. Kenderian colabora con el Centro de Bioterapias Regenerativas y el Centro de Medicina Personalizada de Mayo Clinic en una investigación para intentar que el tratamiento con linfocitos T-CAR sea más accesible y fácil de tolerar. Su equipo investiga formas de ampliar este tratamiento a más tipos de cáncer, incluidos aquellos con tumores sólidos, mediante la biofabricación en el lugar adaptada a las necesidades individuales de cada paciente.

"Tengo una vida estupenda".

Stahlecker, que ahora tiene 64 años, dice sentirse tan bien como antes de que le diagnosticaran cáncer. Ha vuelto a cazar y pescar. Él y su esposa siguen adelante con los planes de construir su nueva casa en las afueras de Wausau.

"Por primera vez en muchos años, ya no tengo topes ni límites en mi vida. Creo que llegaré a muy viejo", afirma. "Tengo una vida estupenda".

—Susan Buckles