Compartir el amor por la ciencia con los estudiantes de las escuelas de Rochester

Los tres bulliciosos y muy imaginativos estudiantes de secundaria sabían exactamente qué área de la ciencia querían estudiar: los robots.

Sin embargo, cuando comenzaron a planear el robot que presentarían en la Feria Regional de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas de Rochester, cada uno tenía una visión distinta. Un estudiante quería un robot de combate que pudiera imitar los golpes humanos. Otro propuso un robot que pudiera realizar varias tareas a la vez. El tercero prefería un robot que fuera una "araña de apoyo emocional" que reprodujera música y diera abrazos.

Retrato de Sydney Lundell sosteniendo el robot creado con estudiantes de la escuela secundaria John Adams.
Sydney Lundell

Sydney Lundell, candidata al doctorado en tercer año de la Escuela de Posgrado en Ciencias Biomédicas de Mayo Clinic, se tomó con calma las ideas de los estudiantes. En calidad de voluntaria como mentora extracurricular de ciencias en la escuela intermedia John Adams, guió al grupo para que presentara una idea unificada que pudiera llevarse a cabo para la feria de ciencias.

"Era importante centrarse en un proyecto que pudieran construir y codificar con éxito", explica. "Quería que tuvieran esa sensación física de 'yo puedo con esto'".

Lundell fue una de las más de 20 estudiantes de la Facultad de Medicina y Ciencias de Mayo Clinic que este año dedicó unas horas de sus estudios a ejercer como mentora en escuelas secundarias e intermedias de Minnesota, Rochester. Incluso otros más participaron como voluntarios en la feria de ciencias. Su objetivo era despertar el interés por las asignaturas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, conocidas en conjunto como STEM. Mediante el aporte de ideas de su propia experiencia científica, los voluntarios ayudaron a impulsar los proyectos de los jóvenes estudiantes y, con frecuencia, también se sintieron estimulados por la experiencia.

Realmente me encantó

"Empecé a ser mentora virtual durante la pandemia y realmente me encantó", afirma Lundell. Ella y otros voluntarios accedieron a la oportunidad de mentoría a través de Oraculi, una organización sin fines de lucro que conecta a mentores científicos con estudiantes de escuela secundaria e intermedia de Rochester.

Como estudiante de posgrado en el Laboratorio de Análisis del Movimiento de Mayo Clinic del Dr. Kenton Kaufman, Lundell investiga sobre sensores portátiles que analizan la marcha de los pacientes que llevan prótesis. Gracias a su formación en ingeniería, ayudó a su grupo de la escuela intermedia a centrar sus ideas para hacer un robot. Los estudiantes decidieron que su robot ayudaría a la humanidad mediante la capacidad de sustituir a un perro lazarillo. ("Cualquier persona que haya hecho robótica sabe que eso es básicamente un robot que evita obstáculos, en el que el robot busca paredes y se aleja de ellas; por eso, al final se puede hacer que el robot atraviese un laberinto", explica Lundell).

Los estudiantes construyeron la máquina con la ayuda de Lundell, que los introdujo en conceptos fundamentales de codificación. La gran recompensa llegó semanas después, cuando los estudiantes probaron sus primeros fragmentos de código y vieron que el robot se movía.

"Se notaba que a uno de mis estudiantes se le había abierto todo un mundo nuevo sobre la programación. Había esa chispa; esto es algo que podría hacer en casa y explorar por sí mismo", recuerda Lundell. "Y se acercaban muchos niños al grupo para preguntarles por su robot, y eso también fue emocionante para ellos".

El entusiasmo de los estudiantes fue su propia recompensa, pero para sorpresa de Lundell, fue reconocida por sus esfuerzos como mentora del año de la Feria Regional de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas de Rochester. Unas semanas más tarde, se informó que también había ganado el premio a la Excelencia en Mentoría Científica de Seagate, el máximo galardón para los educadores de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas que participan en la Feria de Ciencias e Ingeniería del Estado de Minnesota. "Fue nominada por el personal de las escuelas públicas de Rochester por sus excelentes competencias interpersonales y técnicas", afirma Josh Halverson, director de la Feria Regional de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas de Rochester.

El premio de Seagate incluía $1000 y una donación de $1000 a la escuela intermedia Johns Adams Middle School. "Solo lo hacía porque era muy divertido", afirma Lundell. "Todavía no tengo palabras para expresar cuán agradecida que estoy".

Compartir una pasión científica y conseguir que otras personas se sumen

Para algunos, el voluntariado en las escuelas de Rochester no solo ha sido gratificante, sino que también ha sido una oportunidad para adquirir experiencia ejecutiva adicional. El Dr. Cody Fisher participó en Oraculi hasta que se graduó en mayo de 2023 de la Escuela de Posgrado en Ciencias Biomédicas de Mayo Clinic. Al principio, descubrió que ser un mentor de estudiantes le permitía compartir su pasión por las enfermedades infecciosas y la inmunología. La primera vez que participó de forma virtual como mentor fue durante la pandemia de la COVID-19. Los estudiantes de escuelas intermedias con los que trabajó estaban interesados en estudiar la eficacia del uso de mascarillas, y sus experimentos comparaban soplar una vela encendida a distintas distancias mientras usaban diferentes tipos de mascarillas.

El Dr. Fisher pasó de mentor a miembro electo de la junta de Oraculi. En su rol, ayudó a aumentar la cantidad de mentores voluntarios de la comunidad de Mayo.

"Pudimos incorporar a estudiantes de posgrado, médicos "fellow" de posdoctorado, médicos "fellow" de predoctorado y técnicos de Mayo Clinic, así como a un grupo pequeño fuera de Mayo, como mentores voluntarios para nuestro programa", afirma el Dr. Fisher, que pronto comenzará la siguiente etapa de su carrera como médico "fellow" de política científica en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., centrado en la lucha contra la resistencia a los medicamentos antibióticos. "También trabajé con el resto de la junta para debatir la capacitación de los mentores y los planes de estudio de las sesiones, los objetivos organizativos y los planes futuros de la organización".

Dra. Heather Billings

Si bien las actividades de mentoría tienen lugar fuera del campus, los educadores de la escuela de posgrado coinciden en que trabajar con niños en edad escolar puede aportar muchos beneficios tanto para los mentores como para los estudiantes. "Estas experiencias ayudan a los científicos en capacitación a comunicarse con más eficacia, cultivar la confianza y el respeto, y evaluar la comprensión de los demás. Todas estas son competencias que les ayudarán a lograr avances en sus propias carreras de investigación", afirma la Dra. Heather Billings, codirectora de la Academia de Excelencia Educativa de Mayo. Su oficina proporciona recursos en todas las escuelas de Mayo para maximizar el efecto de la mentoría durante la capacitación y preparar a los estudiantes para que sean la nueva generación de mentores científicos.

Un sentimiento alentador

Sachi Chaudhari

Los estudiantes se apresuran en indicar que, aunque la mentoría lleva tiempo, la experiencia merece la pena en una agenda apretada. Sachi Chaudhari, estudiante de segundo año de medicina en el programa de capacitación de científicos médicos de Mayo, que aspira a obtener un doble doctorado, afirma que la mentoría fue una parte importante de su año. Está interesada en la investigación en inmunología y ciencias regenerativas, con el objetivo de comprender los mecanismos celulares de las patologías y crear inmunoterapias. Ayudó a los estudiantes de escuelas intermedias a comprender el método científico, asegurándose de que conocieran el proceso de diseño, realización y análisis de los datos de los experimentos.

Se sintió animada por las conexiones que estableció con los estudiantes y otros mentores. "El voluntariado en la escuela intermedia John Adams fue una de mis prioridades que realmente disfruté. Intenté asistir a las sesiones semanales en la medida de lo posible, dado los horarios variados de la escuela de medicina", afirma. "Fue increíble ver el crecimiento de los estudiantes a medida que aprendían a ser más independientes y a confiar en sus proyectos". Lundell reconoce que experimentar la ciencia con los estudiantes puede ser alentador. También es un buen cambio de ritmo. "Incluso solo dos horas por semana", afirma, "es un gran descanso de la ciencia que hacemos día a día".

—Kate Ledger